Mallarmé decía que, “los gatos son seres para almacenar caricias“. La suavidad de su pelaje y el brillo de sus ojos lo confirma. Y es que los felinos tienen una belleza enigmática. Ya sea por su ligereza para andar por el mundo, su elegante personalidad o incluso su ronroneo que emiten muchas veces para comunicarnos […]
Mallarmé decía que, “los gatos son seres para almacenar caricias“. La suavidad de su pelaje y el brillo de sus ojos lo confirma. Y es que los felinos tienen una belleza enigmática. Ya sea por su ligereza para andar por el mundo, su elegante personalidad o incluso su ronroneo que emiten muchas veces para comunicarnos sus sentimientos, los gatos detonan en nosotros un gran sentimiento por amarlos o incluso admirarlos.
Y a propósito de sus ronroneos, diversas investigaciones han apuntado descubrimientos fantásticos sobre el “lenguaje” de estos felinos que, quienes tenemos gatos en casa hemos tratado de descifrar. Por ejemplo, hace unos años se puso en la mesa el hecho de que este ronroneo también podría emitirlo un felino cuando está herido o asustado. O, que su maullar constante puede deberse a que tienen hambre, sienten dolor o simplemente necesitan más de tu atención.
La virtud curativa de sus “palabras”, si se les puede decir así, sorprende sólo a los incautos. Acorde al estudio, conducido por Fauna Communications, los investigadores descubrieron que la frecuencia del ronroneo, el cual ronda entre los 25 y 140 Hz–, cubre las mismas frecuencias consideradas terapéuticas para el crecimiento de huesos o fracturas en los seres humanos. Siguiendo el estudio, el ronroneo de felinos como gatos domésticos, sementales, ocelotes y pumas, podría ayudar a una persona, también, a reducir el estrés, el riesgo de ataque cardíaco, disminuir los síntomas de disnea (dificultad para respirar) e incluso a regenerar tejido dañado por alguna lesión. De igual forma se demuestra que la frecuencia de los ronroneos pueden aminorar ciertos dolores en las personas.
La virtud curativa de sus “palabras”, si se les puede decir así, sorprende sólo a los incautos. Acorde al estudio, conducido por Fauna Communications, los investigadores descubrieron que la frecuencia del ronroneo, el cual ronda entre los 25 y 140 Hz–, cubre las mismas frecuencias consideradas terapéuticas para el crecimiento de huesos o fracturas en los seres humanos. Siguiendo el estudio, el ronroneo de felinos como gatos domésticos, sementales, ocelotes y pumas, podría ayudar a una persona, también, a reducir el estrés, el riesgo de ataque cardíaco, disminuir los síntomas de disnea (dificultad para respirar) e incluso a regenerar tejido dañado por alguna lesión. De igual forma se demuestra que la frecuencia de los ronroneos pueden aminorar ciertos dolores en las personas.