En sus primeras etapas: cuando un gatito se encuentra en sus primeras etapas de vida, experimenta todos sus sentidos. Así que es algo normal que entre sus aficiones esté la de jugar y morder todo lo que pille a su alcance. Pero aún así, si su afición por morder se vuelve incontrolable o muerde mucho mientras juega, conviene intentar parar ese comportamiento.
Cómo parar este comportamiento
-Agarrarlo por la piel de la nuca y levantarlo suavemente: esta reacción le recordará a la que haría su madre, así que no tardará en parar de hacer lo que estaba haciendo y en relajarse.
-Dejá de jugar con él: esta es una de las mejores opciones para que tu gato entienda que ese comportamiento no te gusta. Simplemente tendrás que dejar de jugar con él de golpe, darle la espalda o salir de donde estés sin mostrarle interés y escondiendo las manos.
Emitir un grito agudo como el que harían sus hermanos: hay expertos que aconsejan emitir un grito agudo como el que podrían emitir sus hermanos o hacer sonar un silbato cuando te muerde o realiza una mala conducta. Pero este tipo de técnicas conviene hacerlas con cuidado y sin excederse para no aumentar el estrés o el nerviosismo del gato.
-Refuerzo positivo: otra buena forma de reforzar el buen comportamiento y las horas de juego en las que está tranquilo y sin morder, es recompensándole con golosinas, caricias o mediante la voz cuando tiene una buena conducta de juego y no cuando esté a mordiscos.
-Nunca pelees a tu gato: pelear a tu gato solo conseguirá que te tenga miedo y con ello, empeorará también su carácter, pudiendo reaccionar de forma agresiva cuando se sienta amenazado.
Posibles causas en su edad adulta
-Traumas no superados: si ese comportamiento se debe a algún trauma no superado del pasado, entonces tendrás que tener mucha paciencia y mostrarle atención y cariño por tu parte. Solo de esa manera y con el paso del tiempo conseguirá dejar ese comportamiento atrás.
-Dolor o alguna patología: la mordida también puede ser una respuesta a alguna patología que le causa dolor, algo bastante frecuente en gatos más mayores. Así que si sospechás que puede ser esta la razón, no dudés en acudir al veterinario para que pueda descartar este tipo de patologías en tu gato.
-No quiere tu atención: puede que tu gato ya no quiera más mimos o no le agrade la forma en la que lo estás acariciando, así que, además de descubrir las mejores formas de acariciar a tu gato, probá dejarlo tranquilo y darle mimos cuando él realmente los quiera. Sino solo conseguirás que se estrese y empeore su comportamiento hacia vos.
-Ganas de jugar: esta razón se puede identificar porque siempre sucede cuando nuestro gato está jugando con nosotros o cuando intenta invitarnos al juego y porque no viene acompañada de ningún otro signo de agresividad.
Aburrimiento o estrés: este comportamiento también puede estar relacionado con que tu gato se aburre o quiere jugar con vos. Así que además de proporcionarle esas horas de juego, también tendrás que asegurarte de tener en casa elementos y juguetes que le estimulen y ayuden a eliminar ese estrés y aburrimiento, como los rascadores, zonas de diferentes alturas u otros juguetes que enriquezcan su desarrollo.
-Te quiere mucho: aunque pueda sonar raro, tu gato también puede morderte la mano u otra parte del cuerpo porque te quiere mucho y como muestra de cariño. En cuyo caso fijará los dientes sobre tu piel pero de forma suave para evitar hacerte daño. Pero si no tiene control sobre la mordida y te hace daño, es importante tratar de cambiar esa conducta.