Recuerda que un gato no es un perro. Por obvio que parezca, es algo que los dueños de gatos novatos tienen que aceptar. Un gato puede ser muy cariñoso, pero menudo son muy independientes y a veces pueden resultar un tanto ariscos, sobre todo los primeros días. No esperes bienvenidas a casa como las perrunas, porque en un gato no las encontrarás.
No improvises con su alimentación, ni te dejes llevar por mitos. Olvídate del platito de leche. El veterinario le pondrá unas pautas de alimentación y te recomendará la más oportuna. Recuerda que ahorrar en la alimentación de tu gato comprando calidades medias o bajas no solo es contraproducente para la salud y calidad de vida de tu gato, sino que no suele ser rentable, ya que los gatos peor alimentados suelen generar un mayor gasto veterinario.
Salva tus muebles comprando un poste de rascado. El gato necesita arañar y afilar sus uñas, y si tú no le ofreces un lugar donde hacerlo, lo encontrará por su cuenta, sean tus muebles nuevos, la tapicería del sofá o lo que pille.
Déjate asesorar por un profesional al comprar su caja de arena y otros accesorios. Hay cientos (quizá miles) de modelos y tamaños, y elegir siendo novato puede ser abrumador. Un profesional te aconsejará sobre el tamaño adecuado, cuales son las opciones, e incluso el mejor lugar de tu casa para colocarla (siempre lugares tranquilos y accesibles). Y lo mismo podemos decir sobre su cepillo, recipientes para la comida y la bebida, etc.
Busca un buen veterinario, y asegúrate de que tu gato tiene orden las vacunas y el control parasitario. Evitarás quebraderos de cabeza con un veterinario que cuide de su salud y a quien puedas preguntar todas tus dudas, ya que ten por seguro que las tendrás.
Por último un último consejo: si la llegada a casa de un gato o gatito no siempre es sencilla, cuando en la casa ya hay otros animales o niños pequeños, el asunto se complica. Probablemente todos los miembros de la familia necesiten un tiempo extra para adaptarse, por eso los primeros contactos entre el gato y los otros animales o los niños siempre deben estar vigilados y supervisados.
En todo caso, te damos nuestra enhorabuena y te deseamos que tu gato y tú forméis una bonita y solida amistad.