Ellos también pueden tener faringitis, laringitis, bronquitis, neumonías, traqueobronquitis o tos. Los cuadros que pueden ser de origen viral, bacteriano e incluso traumático.
Al igual que en los humanos, los animales domésticos están acostumbrados al calor del refugio interior y el clima frío puede ser tan duro para ellos como para las personas. Por eso es importante también preocuparse de las mascotas durante esta época.
- Cepillarlas con regularidad. Es esencial para mantener el pelaje de la mejor forma para proporcionar un aislamiento óptimo.
- No bañarlas innecesariamente. Si es inevitable, hay que secarlas por completo.
- Evitar colocar la cama de la mascota muy cerca de una fuente de calor. Se previene más la variación térmica con respecto al exterior. Las variaciones térmicas afectan el sistema inmune y, por lo tanto, se exponen a sufrir enfermedades.
- Paseos con abrigo. Quienes acostumbran a pasear a sus mascotas durante el día, independiente del número y horario de los paseos, es importante que las protejan del frío y lluvia.
- Calendarios de vacuna y desparasitación al día. De esta forma enfrentarán fortalecidos el invierno, sumado a una buena alimentación y nutrición general.
- Exteriores. Las áreas disponibles se pueden cambiar al lado soleado del jardín en lugar de a la sombra.
- Cuchas secas, libre de humedad. Los lugares en donde pasan el tiempo, como sus camas y casas, deben estar siempre secas y en buenas condiciones, dado que es esencial para protegerlos.
Si la mascota presenta síntomas como tos, dificultad para comer y/o beber líquidos, inapetencia, fiebre, secreciones nasales, oculares, cambios en la conducta, pérdida de peso, es importante consultar inmediatamente con un médico veterinario, porque se puede estar enfrentando un cuadro respiratorio invernal.