Los cuidados básicos de los peces








Además de la alimentación, el tamaño del acuario o el filtro escogido, es importante situar a estos animales en un ambiente con una temperatura adecuada, sin recibir luz directa del sol


¿Quién no ha tenido al menos un pez en su infancia? Pocos podrían responder no a esta pregunta, pero con el paso del tiempo hemos relegado a estos animales como mascotas y hemos decidido escoger otras, según nos hacíamos adultos. Sin embargo, los cuidados básicos de los peces son sencillos y podemos disfrutar mucho con ellos.

Qué necesitas para los cuidados básicos de los peces
Escoge los peces
Lo primero en lo que debes pensar es qué peces escoger. Hay tropicales y de agua dulce y, básicamente, los segundos son más aptos para principiantes. Pero si ya eres un experto en esta labor porque tuviste un gran acuario de pequeño, puedes optar por los peces tropicales, los cuales son hermosos y con personalidades curiosas.

Intenta que sean de pequeño tamaño, pues son más fáciles de cuidar y requerirán menos atenciones. Lo mejor para acertar en tu elección es que adquieras los peces en un distribuidor o una tienda de confianza.





El acuario
El acuario debe tener un tamaño suficiente para albergar con holgura a todos los peces que elijas. Para que te hagas una idea, te diremos que un pez de 2,5 centímetros necesita unos 4,5 litros de agua. Así, si tienes 10 peces de este tamaño, necesitarás un acuario de al menos 45 litros. El objetivo del acuario es que los peces puedan estar como en su hábitat natural y se sientan cómodos.


Piensa que tendrás que poner ciertos objetos para conseguirlo, así que tendrás que restar el espacio que ocupen para que cada pez tenga la medida de agua requerida. Lo mejor es que siempre optes por una acuario de 5 o 10 litros más de lo que hayas calculado, para así no hablar equivocación.

Escoge el lugar
Asegúrate de poner el acuario fuera de la luz directa del sol, así como en una mesa que puedas mover fácilmente. Los peces son animales tranquilos y, aunque se pueden tener en el salón, esto no es lo más recomendable, ya que los ruidos y el tránsito podría ponerlos nerviosos.

Escoge una habitación más silenciosa, en la que no se fume y que entre luz, pero no demasiada. La temperatura no es importante, pues esta será regulada desde el interior de su nuevo hogar.






La temperatura y filtro

Sí, tendrás que regular la temperatura con un calentador o termostato dentro del acuario. Los peces necesitan un clima que oscile los 22 y 28 grados centígrados; esta deberá ser constante y podrás encontrar distintos calentadores que la mantengan. Las instrucciones de instalación son diversas, así que asegúrate de leer bien las instrucciones o de preguntar en la tienda antes de comprarlo.

El filtro será otro objeto necesario, si no quieres estar limpiando el acuario cada dos días. Hay muchos modelos diferentes para elegir en el mercado, tanto en tamaño como en funciones. Unos podrían reducir los químicos, otros los residuos, o algunos todo a la vez. Dependiendo del tamaño del acuario, de los peces que tengas y de tu bolsillo, en la tienda te recomendarán el mejor para ti.

Una vez que ya tienes el plancton, sustrato, los objetos que emulen su hábitat, y todo lo demás, llega el momento de que metas a los peces en el acuario.

Cuidados básicos de los peces
Y ahora llega la parte más fácil. Solo tendrás que alimentarlos una vez al día con poca comida, ya que un exceso de esta podría matarlos. Además, si no se comen todo podrías obstruir el filtro y esto te causará problemas más serios. La comida de peces es fácil de conseguir en las tiendas, aunque algunos necesitan gránulos en vez de hojas. Pregunta en la tienda o en el veterinario.

Otro paso a dar será medir el pH al menos una vez a la semana; con un kit sencillo podrás hacerlo fácilmente. Cambia el filtro todos los meses y elimina con una esponja suave la suciedad que se acumule en los cristales.

No será necesario que cambies el agua continuamente, pero un cambio parcial de esta una vez al mes podría solucionar los problemas de pH o de suciedad.

Ya ves que los peces son animales sencillos de cuidar que no requieren demasiada atención, pero que pueden aportarte más de lo que crees. Observarlos será un espectáculo del que disfrutar. ¡Pruébalo!