Ya que lo vamos a hacer nosotros mismos, que sea a pedir de boca. Bien cómodo, un auténtico sueño para cualquier gato. Si, además, elegimos una funda como la de la foto, entre cabezadita y cabezadita el minino podrá aprender las letras y los números, con toda comodidad.
Ahora en serio, este almohadón doble para gatos no es cómodo porque yo lo diga, ni porque sus creadores lo aseguren, sino porque las dos fotos de este post hablan por sí mismas. ¿Qué os parecen? El gato Flynn da un auténtido espectáculo de su uso y disfrute.
Da gloria ver cómo está de repantigado y relajado este afortunadísmo gato. El muy pillín sabe que el hermosísimo almohadón es para él y sólo para él, y en él se siente como un completo rey, tumbado barriguita arriba sobre su particular nube de ensueño.
Por cierto, mejor hacer varias en el caso de familias numerosas, porque cada gato tendría su espacio propio y, a su vez, pueden compartirlo aquellos que mejor se lleven. Además, como decoración son mucho más bonitas y adecuadas para poner en el suelo, o sobre una alfombra, etc. que las almohadas más pequeñas.
Pero cuidadín con el marcaje, si vives una situación crítica de guerra de meadas, con perdón de la palabra, mejor abstente para cuando los ánimos estén más calmados. La propia almohada, tu tiempo, tu olfato y tu lavadora te lo agradecerán infinito.
Pero aprendamos a hacerlo, que no es tan difícil. Quienes lo confeccionaron nos enseñan como lo hicieron , pasito a pasito. Según cuentan a Gatos en casa, sus ideadores siguieron los pasos que se explican en el este post. Y del que, por supuesto, os resumo lo más importante, en tan sólo unos pocos pasos.
Pero antes, esto es lo que necesitamos (las medidas de la tela y el velcro dependerán del tamaño de los cojines):
♥ tela para forrar la almohada
♥ dos almohadones
♥ tijeras y cinta métrica
♥ hilo y agujas o máquina de coser
♥ lápiz y velcro