Antes, los perros dormían en la cucha, pero cada vez más personas aceptan a los canes en el lecho familiar (istock)
El término "colecho" proviene del término inglés co-sleeping. En esta práctica, los bebés duermen en la misma cama que sus padres, con ambos miembros de la pareja o simplemente con uno de ellos. Sin embargo, este concepto se renovó, y ahora también son las mascotas las que se suman a la cama familiar.
Camila es una joven profesional de 27 años que vive sola en su departamento de Palermo. Hace unos años decidió adoptar un perro, y desde ese momento comparte con él la cama. "Le gusta dormir a mis pies y yo ya me acostumbré. Me rompe el corazón echarlo", aseguró.
Dormir es una de las actividades más importantes para la salud del ser humano. Una buena noche de sueño es sinónimo de un buen día. Antes, los perros dormían en la cucha, pero cada vez más personas aceptan a los canes en el lecho familiar. Ante esta tendencia, se abre el debate sobre si este hábito podría traer aparejados problemas de salud, o si dormir con la mascota es una actividad nociva.
Según un estudio realizado por un grupo de científicos de la Mayo Clinic Center for Sleep Medicine de Arizona, Estados Unidos, dormir junto a las mascotas es una forma muy efectiva para conciliar el sueño de manera más saludable.
El experimento fue liderado por la doctora Lois Krahn y contó con un número de 150 participantes, de los cuales un 49% eran dueños de mascotas, a quienes se les preguntó sobre sus hábitos para dormir y sobre si sus animales se encontraban en la misma cama mientras dormían.
El resultado fue increíble, ya que solo un 20% aseguró tener un sueño interrumpido por los gemidos, ronquidos o cualquier tipo de movimiento de sus perros o sus gatos. Pero por otro lado, más del 50% reveló tener un descanso más placentero con sus mascotas en la cama o en la habitación. Según el estudio, la presencia de los animales en el mismo espacio en el que se encuentran sus dueños les generan mayor seguridad y comodidad.
Algunos de los participantes también han reconocido sentirse más a gusto si sus mascotas dormían entre sus piernas o sobre sus espaldas. A propósito de los resultados obtenidos, Krahn determinó que "indudablemente algunas personas sienten que dormir con su animal les brinda mayor comodidad". .
La especialista señaló que existen mayores posibilidades de conciliar mejor el sueño con la presencia de una sola mascota en vez de varias, ya que cuando hay más de una se incrementa el riesgo de tener dificultades para dormir.
El informe también aseguró que la razón por la cual muchos dueños de animales encuentran comodidad con ellos en la habitación es porque los sienten como miembros de su propia familia y desean integrarlos a sus vidas de todas las formas posibles.
Muchas familias se acostumbran al "colecho canino" cuando el perro es un cachorro. Un informe de la Asociación Americana de Mascotas concluyó en el año 2015 que el 65% de los perros pequeños suele dormir con sus dueños. En el caso de los canes medianos el porcentaje se reduce hasta el 41 por ciento. Y si son grandes, hasta el 32 por ciento. Lo más llamativo es que la mayoría de las personas que duermen con su perro lo niegan públicamente.
Pero, ¿es bueno dormir con la mascota? La doctora en veterinaria Marina Snitcofsky (MN 8066) aseguró en diálogo con Infobae que "el principal riesgo que conlleva dormir con el perro en la cama, más allá de las posibles alergias del dueño, tiene que ver con la posibilidad de que exista un problema jerárquico que fomente conductas agresivas. Los perros necesitan establecer una jerarquía con los miembros de su grupo, y los principales recursos que tienen importancia jerárquica son: la comida, el sitio de descanso, el control de los espacios y el control de las interacciones. Si el perro duerme en la misma cama que los dueños, le dará al animal una prerrogativa de dominancia y puede luego defender la cama como propia si lo quieren bajar o si se le acercan".
Si las mascotas están limpias, no hay ningún inconveniente para el organismo. Será muy importante cuidar la salud e higiene del animal. Cambiar sábanas, cubrecamas, mantas y almohadones constantemente. Además, también puede ser un problema para personas alérgicas. Según algunos estudios médicos, es importante que las personas que padecen de alergia o asma no duerman con sus mascotas. De hecho, ni siquiera deberían dejarlas entrar en sus habitaciones.
También, estar alerta de cualquier mancha o textura extraña que se encuentre en la piel de la mascota y que pueda advertir sobre pulgas o garrapatas, ya que se pueden contagiar a los humanos.