1. Chow chow
Tal vez no haya raza canina que se parezca más a un oso que esta. El chow chow goza de una gran popularidad gracias a esta condición que le da su espectacular pelaje suave, largo y esponjoso, como también su hocico corto y sus orejas pequeñas. Además, tiene otra particularidad: su lengua es azul. Suele presentarse en una gama de colores que van del marrón rojizo al negro, gris oscuro y blanco. Tiene un tamaño mediano promedio y suele ser un animal tranquilo, protector, leal y adepto a la vida en familia. Su origen está situado en el Norte de China y se considera una de las razas de perro más longevas de la actualidad.
2. Pomerania boo
Un auténtico teddy. Sin exagerar, el aspecto de un pomeriana boo o miniatura puede confundirse con el de un peluche de juguetería. Elegante y simpático, goza de una gran adhesión por parte de los amantes de los perros pequeños, siendo los ejemplares de colores blanco y anaranjado los más populares. El pelaje mullido, los ojos grandes, la nariz chata y las orejas chiquitas le dan el distintivo. Además, se trata de un animal también muy inteligente y social que se lleva de gran manera con la vida urbana y los niños.
3. Bichón frisé
Muchas ganas de abrazarlo. Eso es lo que te genera un bichón frisé cuando lo ves gracias a su aspecto delicado y tierno que se asemeja a una especie de pequeño oso doméstico. Se destaca por su pelaje rizado, frondoso y suave, una característica que —con los cuidados necesarios de cepillado— se mantiene durante toda su vida en esta raza de origen francés. También es muy curiosa la forma en que sus orejas apenas sobresalen en los costados del abundante pelo que suele cubrir su cabeza. Un animal presente, juguetón e inocente que goza mucho de la compañía y los juegos.